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Sólo por hoy

Sólo por esta mañana, voy a sonreír cuando vea tu rostro
y a reír cuando tenga ganas de llorar.
Sólo por esta mañana, voy a dejarte escoger la ropa que te vas a poner,
voy a sonreír y a decirte que te queda perfecta.
Sólo por hoy, pediré un día de descanso, o vacaciones,
para llevarte al parque a jugar.
Sólo por hoy, al mediodía, voy a dejar los platos en la cocina
y voy a dejarte que me enseñes cómo armar ese rompecabezas juntos.
Sólo por hoy, esta tarde, voy a desconectar el teléfono y a apagar el ordenador,
para sentarme junto a ti en el jardín para hacer pompas de jabón.
Sólo por esta tarde, no voy a regañarte ni siquiera a murmurar,
cuando tu grites y llores cuando pasemos por la tienda de chuches
y voy a entrar contigo a comprarte una.
Sólo por esta tarde, no voy a preocuparme sobre qué va a ser de ti cuando crezcas
y voy a pensar otra vez en todas las decisiones que haya hecho acerca de ti.
Sólo por esta tarde, te dejaré que me ayudes a hornear unas galletas
y no voy a estar detrás de ti tratando de arreglarlas.
Sólo por esta tarde, te estrecharé en mis brazos
y te contaré una historia acerca de cuando tu naciste
y sobre lo mucho que te quiero.
Sólo por esta noche, te dejaré salpicar en la bañera
y no me voy a enfadar.
Sólo por esta noche, te dejaré despierto hasta tarde,
mientras nos sentamos en el balcón a contar las estrellas.
Sólo por esta noche, estaré junto a ti por horas
y extrañaré mis programas favoritos de TV.
Sólo por esta noche, cuando pase mis dedos entre tu cabello mientras duermes,
simplemente daré gracias por el mayor regalo que he recibido.
Y cuando te dé un beso de buenas noches te voy a estrechar un poco más fuerte, un poco más tiempo.
Creo que a veces las mamás y papás estamos demasiado absorbidos en nuestras rutinas diarias
que olvidamos el hermoso regalo que los niños SON REALMENTE.

No podemos saber si habrá un día más...



7 de septiembre de 2011

PIEL DE OSO

Un joven soldado que atravesaba un bosque, fue a encontrarse con un mago. Este le dijo: -Si eres valiente, dispara contra el oso que está a tu espalda. El joven disparó el arma y la piel del oso cayó al suelo. Este desapareció entre los árboles.
-Si llevas esa piel durante tres años seguidos -le dijo el mago- te daré una bolsa de monedas de oro que nunca quedará vacía. ¿Qué decides? El joven se mostró de acuerdo. Disfrazado de oso y con dinero abundante, empezó a recorrer el mundo. De todas partes le echaban a pedradas. Sólo Ilse, la hermosa hija de un posadero, se apiadó de él y le dio de comer.
-Eres bella y buena, ¿quieres ser mi prometida? -dijo él. -Sí, porque me necesitas, ya que no puedes valerte por ti mismo -repuso Ella. El soldado, enamorado de la joven, deseaba que el tiempo pasase pronto para librarse de su disfraz. Transcurridos los tres años, fue en busca del mago. -Veo que has cumplido tu promesa -dijo éste-. Yo también cumpliré la mía. Quédate con la bolsa de oro, que nunca se vaciará y sé feliz. En todo aquel tiempo, Ilse lloraba con desconsuelo. -Mi novio se ha ido y no sé dónde está.
-Eres tonta -le decía la gente-; siendo tan hermosa, encontrarás otro novio mejor. -Sólo me casaré con "Piel de Oso" -respondía ella. Entonces apareció un apuesto soldado y pidió al posadero la mano de su hija. Como la muchacha se negara a aceptarle, él dijo sonriente: -¿No te dice el corazón que "Piel de Oso" soy yo?
Se casaron y no sólo ellos fueron felices sino que, con su generosidad, hicieron también dichosos a los pobres de la ciudad. Fin